martes, 21 de abril de 2009

El Día Mundial de la Tierra

La superpoblación, la escasez de agua y otros recursos naturales, la destrucción de los hábitats naturales y el avance de la desertificación, la pérdida de la tierra arable y la contaminación generalizada son los problemas que ponen en peligro nuestro planeta. La puesta en marcha de políticas que respeten el medio ambiente y permitan un desarrollo sostenible son la única solución.

El 22 de abril se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Tierra. Esta fecha se instauró en Estados Unidos en 1970, con el objetivo de recordar los problemas que afectan a este planeta y promover acciones que busquen un desarrollo sostenible. Sin embargo, han pasado los años, y el siglo XXI ha comenzado con los mismos problemas con los que finalizó el anterior: el número creciente de habitantes y los altos niveles de consumo están agotando los recursos naturales. La escasez crónica de agua y el avance de la desertificación, la pérdida de la tierra arable, la destrucción de los hábitats naturales y la contaminación generalizada son los principales peligros que amenazan la biodiversidad y el desarrollo de la Tierra.

Uno de los asuntos que más preocupa es el de la superpoblación. En los últimos años, la fecundidad ha descendido en los países desarrollados y en aquéllos que se encuentran en vías en desarrollo. Aun así, según estimaciones de las Naciones Unidas, la población está creciendo a razón de 78 millones de habitantes por año. Hoy en día, la población mundial supera con creces los 6.000 millones de personas, y se espera que, para el año 2025, esta cifra llegue a los 8.000 millones.

Si el crecimiento de la población persiste y, con él, el aumento de la demanda y el consumo de los recursos naturales, los límites ambientales se pondrán antes de manifiesto. Se prevé, por ejemplo, que la escasez de agua afectará a casi 3.000 millones de personas para el año 2025. En cuanto a la degradación de las tierras arables, en los últimos años, esta cifra alcanza aproximadamente los 700 millones de hectáreas. La mitad de la cubierta forestal original del mundo, más de 3.000 millones de hectáreas se ha perdido, sobre todo en los últimos 50 años y todos los años se destruyen en todo el mundo, unos 16 millones de hectáreas de bosque (un área aproximadamente igual a la ocupada por Nepal).

En cuanto a la contaminación, el crecimiento de la población urbana y de la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera está provocando un cambio climático de terribles consecuencias para la biodiversidad del planeta. Su pérdida no sólo supone un prejuicio y una amenaza ambiental, sino que también repercute negativamente en el desarrollo económico y en el progreso social. Actualmente, más de 40.000 especies de plantas y animales son explotados para el beneficio del hombre.

Además

LA TIERRA. Es el tercer planeta del Sistema Solar. Desde el punto de vista astronómico, la Tierra pertenece al grupo de los planetas terrestres, que también incluyen a Mercurio, Venus y Marte. Es el único que posee oceános de agua líquida. La alta concentración de oxígeno, que data de hace unos 2.000 millones de años, ha sido la que ha permitido la formación de una importante capa de ozono que protege la superficie de la radiación ultravioleta del Sol y, con ella, la vida.

ONU

El Programa Nacional de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) es un organismo de la ONU que vela por la consecución de un desarrollo sostenible. Entre los objetivos que se plantean para el presente milenio se encuentran los siguientes: incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales; invertir la pérdida de recursos del medio ambiente; reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable y mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes para el año 2020.

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